sábado, 7 de febrero de 2009

Cercano Oriente, Omar Fantini

Cercano Oriente, La Caja, es una creación colectiva en la que intervinieron el director Omar Fantini y los actores Alejandro Catalán y Luís Machín.
Omar Fantini, nace en Mataderos, en el Hospital Salaberri, el 27 de abril de 1956. “ Ahí mi vieja me dio a luz, según ella, en una sala con cuatro o cinco parturientas más...eso es lo más teatral que escuché en mi vida...en medio de gritos, de dolor nací yo. Soy de Racing y de Chicago* ”.
Es Psicoanalista, dramaturgo, actor, director y docente.
Cuando era chico escribió una obra de teatro llamada El perrito suicida. Un monólogo. Dice Fantini: “Yo escribí el texto y lo dirigía. Dirigir para mí era, en esos tiempos, aceptar la opinión del actor y supervisar el trabajo. Yo era un apasionado del teatro y del cine pero no tenía una formación. Un día el actor se enferma y yo lo suplanté como actor. Yo en mi vida había trabajado como actor, entonces, ahí empiezo”.
Escribió una segunda pieza llamada Pecho Distraidor donde trabajó como actor sin tener, todavía, ninguna formación. Y una tercera, Simulación de la sordera y otras delicias tóxicas, junto a tres actores más, en la cual actuó, dirigió y realizó la dramaturgía . Cuando termina todo este ciclo decide empezar a formarse con Ricardo Bartís. Allí se formó como actor y también trabajó como docente. Con Bartís trabajó en las siguientes obras: hizo el remplazo de Osvaldo Santoro en Hamlet, Muñeca y El Corte. Fue protagonista de la película argentina Cicatrices y tuvo apariciones menores en otras películas. Durante los primeros años de la década del 90´tuvo diversas participaciones en el Parakultural new border. También realizó la dramaturgía y dirección de la obra Orestes (basado en la tragedia de Esquilo) y de la pieza Los propietarios del futuro.
En este momento se encuentra ensayando Deseos Venereos, una obra con texto y dirección que espera su estreno para octubre de este año.
Alejandro Catalán, se formó en el Sportivo Teatral, el estudio de teatro de Ricardo Bartís. . Durante muchos años participo como alumno y más tarde como docente: “ahí aprendí que poder pensar el teatro es no pensarlo en su hacer habitual”. Trabajó con el Periférico de Objetos en Circo Negro, con Bartís trabajó en un remplazo de El Corte y en El pecado que no se puede nombrar. En este momento esta trabajando como docente en su estudio y ensayando un proyecto para el año que viene.
La formación y trayectoria de Luís Machín se divido en dos. Nacido en Rosario trabajó como actor en esa ciudad desde 1985 hasta 1993, momento en que arriba a Buenos Aires. Se forma en el Sportivo Teatral con Ricardo Bartís. Trabajó en Varios pares de pies sobre piso de mármol, con dirección de Rafael Spregelburd., El pecado que no se puede nombrar con dirección de Ricardo Bartís Trabajó en el San Martín en Casa de Muñecas. Y tuvo diferentes participaciones en cine y televisión: “lo que me interesa profundamente es la actuación en las diferentes formas de mostrarse”.
Cercano Oriente es, antes que nada y como muy bien lo aclaran sus protagonistas, una creación colectiva. Los actores y el director se conformaron para el espectáculo. Los unió la decisión de juntarse para empezar a trabajar una pieza para la cual al principio no tenían nada más que las ganas de hacerla sin haber trabajado juntos con anterioridad., como dice Omar Fantini: “conocíamos el nivel de sincronía que había entre las cabezas. Es a partir de esa decisión y de esa sincronía que nosotros nos juntamos para armar Cercano Oriente”.
El proceso de creación del espectáculo comienza con la decisión del salto al vacío que suponía investigar sobre algunas ideas que estaban flotantes entre los tres y que a partir del trabajo de improvisación de los actores y de la mirada del director empieza a cobrar cierta forma. Al respecto dice Omar Fantini: “ estas formas, con el tiempo, empiezan a adquirir cierto espesor. De esos espesores entre los tres fuimos eligiendo y fuimos avanzando”.
En el proceso de creación se parte de una idea y desde ahí se trabaja a partir de la improvisación, sin ningún texto previo, sin pensar que debían arribar a algo. Dice Fantini: “ se plantean situaciones en las cuales hay dos o tres líneas para improvisar y a partir de este lineamiento esta puesta la legitimidad de emitir texto. La base principal es la aceptación de la confusión. Nosotros nunca supimos a donde íbamos. La aparición de la caja, y el trabajo previo a esa aparición es la que estructura el sentido y la dirección. En Cercano Oriente, las cosas que aprietan a la textualidad son muy estrechas, no hay una palabra de más. Hay una gran pertinencia entre lo que ocurre desde el punto de vista de la acción y lo que ocurre desde el punto de vista de la textualidad. El texto por fuera de las acciones de Cercano Oriente no tiene sentido como tal. Lo tiene, vive, palpita y tiene espesor en la medida que este asociado a las acciones que desarrollan los actores”.
El proceso de creación de Cercano Oriente duro casi un año ensayando entre tres y cuatro veces por semana.
Cercano Oriente estrenó en 1997
en el marco del Primer Festival de Teatro del Centro Cultural Ricardo Rojas, luego pasó al Callejón de los Deseos. En marzo de este año, se reestrena , como cuenta el director, por una serie de casualidades: “Yo estaba en mi casa de Balvanera viendo libros viejos, estaba ordenando mi biblioteca y encuentro una guía del barrio de Balvanera, abro la guía, y encuentro una reseña de las obras que habían intervenido en el Primer Festival del Rojas y aparece Cercano Oriente. La guía, de pronto, se transformó en un objeto de otro orden. Dejo la guía en la biblioteca y suena el teléfono. Era Alejandro Catalán, uno de los actores de Cercano Oriente, y me dice: Nos juntamos con Luis Machín y dijimos – ¿porqué no volvemos a hacer Cercano Oriente?-, entonces te llamo a ver sí estas de acuerdo y si estas de acuerdo podemos hacerla en mi estudio. Yo le conté que acababa de ver una guía de Balvanera donde nombra a Cercano Oriente y me quedé pensando en la pieza y pense en llamarlos. Así que dije: - Desde luego, hagámoslo!” Así que la pusieron a punto otra vez y se volvió a estrenar en el estudio de Alejandro Catalán, sostenidos por el boca a boca. Es una sala chica. Es un lugar donde se entrena teatro. Allí la representan: bajo cuatro focos de luz y con una caja de heladera como única escenografía.
Dos hombres sin nombre, viven dentro de una caja e intentan capturar una onda sin saber de que, de donde, ni para que.
Los personajes de Cercano Oriente, contienen rasgos del universo beckettiano, como estos, necesitan encontrar la manera de librarse de la realidad en la que se hallan inmersos. El mundo se les vuelve extraño, los objetos se les vuelven ajenos. Estos dos hombres se necesitan el uno al otro, necesitan de la mirada y la percepción del otro para poder actuar.
La búsqueda de Cercano Oriente es a partir de definir un modo de actuación. No es el texto el que le dio sentido a la obra. El acto de actuación es el que creo la obra.
Al respecto dice Alejandro Catalán: “ la obra se empezó a armar claramente cuando encontramos como queríamos actuar, cual era el lenguaje de actuación. No tanto como íbamos a hacer para que determinado referente encuentre el lugar escénico, sino que manera de actuar era la que iba a producir el material de la obra”.
Cercano Oriente funda sus bases en la idea que la dimensión dramática de la obra esta dada por la afectación actoral, esto es la decisión de actuación es la que se pone en un lugar existencial. De este modo sigue diciendo el actor: “ vimos que éramos capaces de producir intensidad con nada y con eso jugamos. El material fue un producto de investigar la caja, las cintas métricas y otras cosas que iban apareciendo de lo que teníamos como el piloto”, completa esta idea Luís Machín: “ a medida que íbamos viendo que algunas cosas empezaban a cobrar sentido por el tipo de estado que se podía producir desde la actuación y veíamos que se podían sostener determinadas situaciones con esos estados, eso era lo que iba dando hilación a lo próximo, que tampoco sabíamos bien que era”. Escrita desde el no-saber, Cercano Oriente construye en escena una ausencia, que más allá de todo discurso didáctico o moral, constituye un potente llamado al espectador para que él mismo construya sentido.
( *) Entrevistas realizadas al director y los actores 08/07/01

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